El dueño ya no quería cuidar de Tiger, así que lo dejó en el patio trasero con la correa. Fue entonces cuando lo toqué suavemente, su cuerpo tembló y las lágrimas brotaron de sus ojos. Quizás en ese momento Tiger liberó toda la frustración que llevaba en su corazón. No intentó huir, en cambio, se apoyó en mí, buscando consuelo y calidez.
Las pruebas revelaron que Tiger tenía una infección cutánea leve, anemia y dolor ocular intenso. La desnutrición en etapa 3 y un objeto extraño en su cavidad abdominal también fueron descubiertos. Parecía que, por hambre, Tiger había tenido que llenar su estómago con basura.
Mi objetivo era encender nuevamente el fuego y las ganas de vivir en su cuerpo. Así que todos los días trabajaba para aliviar el dolor en esa pequeña alma. Y un día, vi a Tiger recostarse y relajarse en mi regazo. En ese momento, nuestros corazones parecían estar sincronizados.
Cada mañana, lo primero que hacía al despertar era verificar el estado de ese querido chico dudoso. Luego, preparaba desayunos calientes y nutritivos para que Tiger pudiera tener la mejor salud posible. Desde su nacimiento, Tiger nunca había conocido la sensación de ser verdaderamente amado y cuidado. Una manta cálida, un colchón suave y una cuna pequeña eran suficientes para hacerlo sentir amado.
La piel rosa brillante y su suave pelaje hacían que Tiger pareciera un apuesto príncipe. Esta mañana, mientras desayunaba, me abrazó suavemente. Sus ojos se volvieron más suaves y su expresión parecía como si estuviera sonriendo. Tiger es un perro gentil y obediente con una cara encantadora, lleno de amor y lealtad. Este es el relato conmovedor de un perro que encontró un hogar lleno de amor después del abandono.