“Mi corazón se entristece por la pequeña niña que debe transitar entre las llamas ardientes en la vapuleada Siria, con sus piernas dobladas por el peso de la adversidad. En medio de la desolación y el humo que envuelve la tierra, esta valiente niña se ve obligada a avanzar, llevando consigo el fardo de una realidad implacable.
Las piernas dobladas, marcadas por el cansancio y la angustia, son testigos silenciosos de las dificultades que enfrenta a diario. Sin embargo, su determinación persistente refleja una resistencia inquebrantable ante la adversidad. Aunque el escenario que la rodea esté envuelto en sombras, la luz de su valentía ilumina un camino de esperanza en medio de la desesperación.
En medio de las llamas y la incertidumbre, esta pequeña camina con la fuerza de los valientes, desafiando las circunstancias y recordándonos la importancia de la compasión y la solidaridad. Su historia, como un destello en la oscuridad, nos invita a reflexionar sobre la fragilidad de la vida y la resiliencia que puede surgir incluso en los momentos más difíciles.”